Podríamos decir que esta pregunta “existencial” que encabeza este artículo ya tiene una respuesta afirmativa en la mayoría de las compañías en Europa, y en el mundo, de todos los tamaños y sectores. Una vez llegados a esta conclusión, se abren multitud de nuevas cuestiones, acerca de cómo realizar dicha migración o convivencia de los servicios cloud con los existentes en los datacenter de las corporaciones (on-premise ) de una forma exitosa.
Para responder a esta nueva cuestión del cómo, existen multitud de condicionantes y alternativas a considerar, las cuales vamos a describir de forma concisa en este artículo.

Primeramente, comentar que Europa, debido a quizás falta de innovación o madurez tecnología pero principalmente a restricciones regulatorias ( como GDPR ) está muy por detrás en la adopción de tecnologías cloud con respecto a otra áreas geográficas del planeta como EEUU, donde la mayoría de grandes corporaciones ya disponen de la mayoría de sus servicios IT desplegados en el cloud público, y donde además gran parte de la administración pública está en un estado avanzado en dicho proceso, una vez salvados los obstáculos relativos a la confidencialidad, seguridad y soberanía de los datos. Aun así, es un proceso que continuará incrementándose en los próximos ejercicios.

Por otro lado, aparte de las grandes y medianas corporaciones existentes previamente al mundo cloud y con modelos de negocios consolidados, tenemos aquellas empresas completamente nativas en cloud, algunas de las cuales son grandes players o plataformas tecnológicas, pero en mucho mayor número son empresas start-ups de reciente creación que se dedican a nuevas áreas de negocio como el Fintech, InsurTech … y que compiten con las grandes corporaciones que están en proceso de “pasarse” al cloud público.
Desde hace tiempo estamos siendo testigos del interés de los CEOs por “idolatrar” a las start-up cloud nativas poniéndolas como ejemplo a seguir para transformar el negocio, consiguiendo movilizar a los equipos internos IT y de negocio, al tiempo que señalaban el camino hacia dónde deberían dirigir sus pasos para llegar al ansiado proceso de modernización y agilización de sus procesos de negocio.
La migración al cloud público, en este contexto, ya no es sólo una opción, sino que ha convertido en una obligación dentro de un entorno global donde la competitividad se basa el poner al cliente en el centro del negocio e interactuar con él de forma ágil por el mayor número de canales posibles (customer centric) y donde la búsqueda de nuevos negocios, nuevas fuentes de ingresos y en los casos más extremos la búsqueda de dominios resulta de vital importancia. En este punto nos surgen varias preguntas: ¿Fue esta una estrategia válida ? ¿Pueden dejarse guiar grandes corporaciones de miles de empleados por las decisiones y soluciones relativas a negocios y servicios en cloud que se tomaron en empresas de 5 o 10 empleados con muy alto perfil tecnológico? Parece claro que la respuesta es que NO, algunas que “jugaron” con ese ideal han aprendido del proceso, y han descartado el “voy a ser como una start-up migrando al cloud … “ y han empezado a realizar aproximaciones a este proceso mucho más planificadas y transformacionales a largo plazo.
Además, ¿Son realmente empresas cloud nativas como p.e. Netflix el modelo a seguir para el resto de compañías? Cuando p.e. en el caso de Netflix ha apalancado gran parte de sus offering en servicios de proveedores de cloud de los cuales ahora tiene una gran dependencia y a los cuales han hecho “socios” indirectos de los beneficios de su negocio ( Netflix corre gran parte de su servicios sobre infraestructura cloud de Amazon AWS, cuando curiosamente otro línea de negocio de Amazon ( Prime Video ) es uno de sus principales competidores ). ¿Podría un gran banco apalancar sus servicios financieros en un único proveedor de cloud cuando ahora tiene la libertad de poder seleccionar entre diferentes proveedores para sus actuales soluciones IT (excepto en el mundo mainframe) ? Esta pregunta nos lleva a que grandes corporaciones deben plantearse con mucha cautela cual o cuales van a ser sus proveedores cloud, y el tipo de compromiso que establecen con ellos a largo plazo. Esto da lugar a lo que se conoce como estrategia multicloud, que no es mas que un intento de “convertir en mercancía” o en inglés “commoditize” los servicio cloud donde una corporación selecciona más de un proveedor, equilibrando los servicios e infraestructura que utiliza de ellos, e intentando disponer de soluciones que permitan mover sus datos y aplicaciones de negocio a uno u otro proveedor de cloud cuando considere oportuno con el menor impacto posible.
Esto tiene aún más valor si consideramos que los servicios IaaS (infraestructura como servicio) y PaaS (plataforma como servicio) de los proveedores cloud van a tener que estandarizarse y hacerse interoperables, impulsados por leyes tanto nacionales como internacionales, en un intento de transformar esos servicios que eran únicos e innovadores se conviertan en genéricos y ampliamente disponible en los próximos años. Los grandes jugadores del cloud lo saben y por ello están centrando sus esfuerzos en desarrollar soluciones verticales de negocio as a service, que le permitan realmente diferenciarse de sus competidores, con soluciones orientadas a sectores como el financiero, salud, automovilístico, ….

Siendo una gran corporación, y habiendo ya elegido proveedor(es) cloud, ahora viene el siguiente dilema: que aplicaciones o servicios migro de forma inicial al cloud ¿cómo conviven el resto de servicios con los migrados en el cloud ? ¿cómo disponibilizo de forma segura los datos requeridos para que funcionen las aplicaciones en ambos entornos (Cloud pública y cloud privada/on-premise ). Este tipo de decisiones son de gran complejidad en el contexto de corporaciones de medio o gran tamaño, ya que involucran a diferentes departamento y roles como CDO, CTO, CIO, CISO …. cada uno de los cuales afrontan el problema con diferentes perspectivas (datos, infraestructuras y plataformas, seguridad, …. ) y encontrar el equilibrio entre todos a veces no resulta fácil. Con todo esto, probablemente nos encontremos en un entorno de multicloud híbrida (y sus conflictos asociados ) , donde surgen cuestiones como:
- ¿Dónde tengo los datos sensibles y de negocio y en caso necesario, como aseguro su acceso sin perder el acceso y soberanía de los mismos?
- ¿Cómo puedo minimizar el movimiento de datos entre el cloud y mis datacenters?
- ¿Para qué aplicaciones o infraestructura obtengo más beneficio migrando al cloud y cuales despriorizo o mantengo por cuestiones de seguridad en mis datacenters?