¿Hasta dónde estamos dispuestos con el uso de la IA? ¿Dónde se encuentra la delgada línea entre la innovación y los derechos fundamentales? Es por eso por lo que es un hito sin precedentes que el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo haya acordado la primera legislación global para la Inteligencia Artificial (IA), conocida como la Ley de Inteligencia Artificial, cuyo borrador inicial fue propuesto por la Comisión Europea en abril de 2021. Este marco histórico consigue avanzar hacia un futuro que garantiza seguridad, respeto por los derechos fundamentales y los valores de la UE en el uso de sistemas de IA. En el siguiente artículo exploraremos paso a paso el contenido de esta regulación.
Un equilibrio crucial
Esta regulación no solo impulsa la innovación y adopción de la inteligencia artificial en Europa, sino que garantiza el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos, siendo esencial para una integración ética y responsable de la IA en nuestras sociedades y economía.
La ley adopta un enfoque basado en la prevención, imponiendo regulaciones más estrictas a sistemas de IA de mayor riesgo, los cuales involucran evaluaciones de riesgos, informes de incidentes y garantías de ciberseguridad.
Regulación, Si. Pero con excepciones.
La nueva Ley de la IA en la Unión Europea
. Es importante subrayar que esta legislación no se aplicará a sistemas destinados exclusivamente con propósitos militares o de defensa, ni a aquellos utilizados únicamente para fines de investigación e innovación.
Esta medida refleja la responsabilidad en el despliegue de tecnologías de IA en contextos sensibles, asegurando que su aplicación sea coherente con los principios fundamentales de derechos y seguridad.
Estos son algunos de los usos prohibidos dentro del marco de la IA.:
- Uso de sistemas biométricos sensibles: No se permite utilizar características sensibles, como creencias políticas, religiosas o raciales, en sistemas biométricos.
- Extracción indiscriminada de imágenes faciales: Está prohibida la recolección no selectiva de imágenes faciales de Internet o cámaras de seguridad para crear bases de datos de reconocimiento facial.
- Reconocimiento emocional en entornos sensibles: La detección de emociones en lugares de trabajo y centros educativos está restringida para proteger la privacidad y la integridad emocional de las personas.
- Puntuación social basada en características personales: La implementación de puntuaciones sociales, basadas en el comportamiento o características personales, está prohibida para evitar discriminación y vigilancia injusta.
- Manipulación del comportamiento humano: Se prohíbe el uso de IA para manipular el comportamiento humano de las personas.
- Explotación de vulnerabilidades: El uso de inteligencia artificial para explotar las vulnerabilidades de las personas debido a su edad, discapacidad, situación social o económica está estrictamente prohibido.
Sanciones
Las compañías que no se adhieran a las regulaciones podrían enfrentar sanciones significativas, que oscilan entre multas de 35 millones de euros o el 7% de sus ingresos anuales globales por violar prohibiciones relacionadas con aplicaciones de inteligencia artificial, y hasta 7,5 millones de euros o el 1,5% por proporcionar información incorrecta.
El acuerdo es provisional y aún deberá ser ratificado antes de entrar en vigor en 2026.
En resumen, esta nueva regulación refleja el compromiso de Europa de liderar en la formulación de políticas para tecnologías emergentes. Busca de manera equitativa fomentar la innovación y salvaguardar los derechos y valores fundamentales. situándose en la vanguardia de la regulación ética y responsable de una de las tecnologías más impactantes de nuestro tiempo.